miércoles, 26 de junio de 2013

El reflejo de la luna (Jay)

Habían pasado meses desde la última vez que había hablado con Jay,ya no era lo mismo,todo era muy distante,frío,lleno de miradas oscuras,sin afecto,sin ninguna pisca de cariño. Y más que eso, ya no había miradas, no habían topones de vez en cuando, ya no había en Jay McGuiness cerca mío.


Estaba en mi cabaña de verano a unos metros del lago, mirando una película frente al televisor, cubierta con una manta dejando que el calor de la chimenea me entibiara.
De pronto sonó el timbre.

-¿Diga?- dije acercándome a la puerta con la billetera en la mano.

-¿____ George?

-Si,soy y.

-Aquí está su orden- abrí la puerta y recibí la pizaa- gracias -le dí el dinero y volví a entrar.

Dejé la pizza en la mesa pequeña frente al sofá y miré disimuladamente por la ventana y esperé a que el repartidor se fuera y luego de ver como se iba vi un auto el cual era totalmente desconocido para mi.Max y mis padre no estaban, lo únicos vecinos que teníamos todavía no ocupaban su cabaña, por lo tanto estaba vacía. "Prácticamente estas sola en medio de la nada ___".


Estaba muy asustada,no sabía de quien era ese auto, ni que hacer, me quedé en blanco por unos segundos frente a la ventana hasta que decidí cerrar la puerta con llave,apagué el televisor, tomé mi café junto con la pizza y subí al segundo piso."Tranquila___,nada va a pasar", me tranquilizaba a mi misma mientras me sentaba en la cama y prendía mi lampara la cual daba una luz muy tenue.

Mi teléfono sonó y di un pequeño salto.

-¡Mierda!- grité asustada mientras cojia el teléfono.

Miré la pantalla y no sabía si contestar o no.Respiré profundo y presioné en botón para contestar.

-¿Hola?

-¿___?- su dulce voz retumbó en mi oído.

-J-Jay,si,soy yo- traté de sonar calmada y poco cortante,a esas alturas lo único que quería era abrazarlo y que todo fuera como antes.

Hubo un momento de silencio.

-¿Jay?,¿Estás ahí?-había cortado.

Dejé a un lado mi teléfono algo extrañada,traté de llamarlo de nuevo pero la línea sonaba fuera de servicio.Tocaron la puerta,Max ya estaba en la hora de llegar,así que fui a ver si era él.
Bajé rápidamente,le saqué seguro a la puerta y la abrir.

Hacía frío y solo la luz de la luna iluminaba el lago y una parte de la cabaña.Aquel auto seguía en el misma lugar y no veía a nadie hasta que logré ver una figura frente al lago unos metros más adelante,la cual tiraba piedras hacia el agua sin dirección alguna al lado de una pequeña fogata.Me detuve para verla detalladamente;era alta,de una espalda ancha,brazos trabajados y un pelo el cual solamente lo tenía una sola persona a la cual yo conocía.

Algo me hizo olvidarme de todo y fui con paso apurado hasta donde estaba él.

-¿Jay?- se quedó inmóvil y luego giró para verme.



La luz de aquella luna llena iluminaba la mitad de su rostro.Sus rizos,sus ojos azules,sus pequeñas pecas a cada lado de sus mejillas y su boca,la cual formaba una pequeña curva hacia arriba al verme.

-___,no sabes cuanto te extraño- me abrazó como nunca antes lo había hecho.

-Y yo a ti Jay- me aferré a su cuello.

Luego de casi dos meses sin cruzar miradas ahora él me sostenía con sus brazos y me mantenía en el aire en un cálido,fuerte y reconfortante abrazo.

-¿Por qué te fuiste como si nada- dije con dolor y resentimiento.

-Porque tenía miedo-me dejó en el suelo y tomó mis manos entre las suyas.

-¿Miedo a qué?- pregunté extrañada.

-Miedo a ser lastimado....pero resultó que fui más lastimado de lo que pensaba ___,y ya no quiero a nadie más a mi alrededor.

-Pero Jay, tu solo te fuiste y me dejaste sola,eramos amigos,eramos inseparables- me dolía saber que en algún momento se había olvidado de mi- por haber encontrado a un chica...la cual deseaban todos y tu le llamaste la atención ,¿pensaste que era el amor de tu vida?- dije en un tono sarcástico y enfadado.

-Lo sé- agachó la mirada- y por eso estoy aquí.Nunca pienso lo que hago,soy impulsivo,me enojo con facilidad y nadie es capaz de entender que estoy en un mal momento.Necesito ayuda y solo tú puedes dármela ___.


-Y aquí me tienes,para ayudarte.

Puse mi palma en su mejilla y la acaricié con suavidad;sabía por lo que estaba pasando,pero nunca quise hablar.Yo siempre era la que pedía disculpas,la que se acercaba primero sin importar quién fuera el que había cometido el error.Ahora él debía acercarse a mi.
Ahora estábamos sentados uno al lado del otro frente aquél amplio lago el cual sonaba calmado y sereno.Me quedé mirando en un punto fijo en un el suelo, con una pregunta que daba vueltas en mi cabeza y en un movimiento involuntario pensé en voz alta:

-Yo siempre me he preguntado lo mismo.

-¿Qué cosa ___?

-¿Por qué?,¿Por qué hay que tener algo que no se valora?,¿Algo que se pasa a llevar cada vez que se quiere?,¿Algo tan pequeño,qué solo un uno por ciento lo ve?- levanté y dejé caer mis hombros mientras aun miraba el suelo y podía sentir la cálida mirada de Jay sobre mi-....o a veces solo suele ser un milagro el hecho de que alguien vea en ti un corazón que espera ser amado tal cual es...



Sentía rabia e impotencia en ese momento

-Acabo de descubrir el por qué a tu pregunta ___.

-Necesito saberla Jay- dije mientras inclinaba mi rostro hacia él- ¿Por qué?

-Porque tarde o temprano vas a tener en frente a la persona que se pregunta lo mismo que tú cada día al levantarse,cada noche al atardecer...simplemente cada día....y esa misma persona espera con ansias la pregunta de ese ¿ por qué?

Sentí un revoltijo en el estómago, un fuego intenso que subió por mi garganta y luego mis ojos se penetraron junto con los ojos de Jay. Un silencio nos invadía en aquella noche de luna llena, el único ruido que podía sentir era el del viento resoplando sobre nuestras cabeza,el tranquilo sonido del agua frente a nosotros, la cual jugaba con nuestros pies descalsos y el alborotado latir de mi corazón.No sabía que decir, ni como reaccionar, lo único que pensé en ese momento fue "¿Recibí bien la indirecta que quería decirme, o solo escuché algo que nunca dijo?" .Nos seguíamos mirando fijamente a los ojos y pude apostar que en algún momento vi como las comisuras de su boca formaba una leve y cálida sonrisa, además de un brillo especial en los ojos de Jay, un brillo el cual solamente había visto una vez y no era por mi.


-¿Eso que significa?- lancé al aire cuando me di cuenta de que mis mejillas ardían y un fuego nervioso crecía cada vez más en la boca de mi estómago.

-Esto.

Sin saber a que se refería y sin tiempo de actuar rápido posó ambos manos en mis mejillas y me besó suavemente.Había sido algo tan inoportuno y veloz que no me di cuenta que mis ojos estaban abiertos y pude ver su rostro completamente ilumino por aquella luz tenue, con sus ojos cerrados y una pequeña sonrisa la cual me hizo sonreír a mi también en medio de aquel beso.Luego cerré los ojos.

Justó nuestras frentes y en medio de nuestra respiración algo agitada dijo:

-Siempre te quise de aquí hasta la luna ___.

Le respondí con una gran sonrisa y sin decir más nada nos abrazamos y nos quedamos mirando aquél reflejo de la Luna en el agua y yo imaginándome los millones de kilómetros que habían entre la Tierra y la Luna.

-Y yo a ti Jay- salió de mi oca en un tono delicado y suave.






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